FENACODEP

Federación Nacional de Comerciantes Detallistas de Provisiones

Por Elisa Mercedes

La llegada del Covid-19 impactó fuertemente en la cultura del comercio dominicano al detalle. Y, de acuerdo al comunicador y comerciante, Ramón Tejeda, propietario de una unidad comercial en el sector Capotillo, de Santo Domingo, Distrito Nacional, la forma de vender en los establecimientos cambió.

Uno de los principales cambios, expone, se ve en los espacios físicos de los colmados, lugares en donde se trata de hacer cumplir las medidas de prevención del Covid-19 con el uso de la mascarilla antes de entrar al establecimiento, colocación de dispensadores de alcohol y otras.

El día a día del colmado cambió, ya las ventas son a través del teléfono o por WhatsApp, el delivery es parte de la estructura laboral del colmado, en tanto que en el área del negocio se colocaron barreras separadoras de clientes y dependientes.

“A pesar de que el colmado estuvo ahí para atender las demandas de la población, este debió ser un proceso de mayor beneficio para el comercio detallista, sin embargo, por políticas implementadas por los gobiernos, la mayor cantidad de las ventas de comestibles la hicieron las cadenas de supermercados”.

Tejeda sostuvo que la sagacidad de los grandes supermercados colocando en la radio y la televisión mensajes publicitarios para que los beneficiarios de los programas especiales que con motivo de la pandemia montó el gobierno fueran a sus establecimientos, convirtió lo que se llegó a considerar como una gran oportunidad para los colmaderos, en pérdida de clientes.

Manifestó que en algunos pueblos en los que no existen las cadenas de supermercados, los pequeños comerciantes pudieron hacer sus ventas. “A algunos de los nuestros que tenían negocios medianos, les fue diferente. Ellos si crecieron, porque la gente prefiere ir a negocios más grandes económicamente”.

Tejeda dijo que, dada esta experiencia, las organizaciones defensoras de los derechos de los hombres y mujeres que trabajan en el comercio al detalle, como FENACODEP y sus Bloques Regionales han estado trabajando y demandando que ese programa gubernamental vuelva a sus orígenes.

“El creador de ese programa gubernamental que beneficia a familias de los barrios, lo hizo también para beneficiar a los pequeños establecimientos comerciales de los sectores más carenciados. Se entendía que el colmado era parte del barrio y que la situación económica de esos negocios iba a depender totalmente de su gente”.

Ramón Tejeda, quien es además productor y conductor del programa Detallista y Globalización, órgano de difusión de la Federación Nacional de Comerciantes Detallista de Provisiones, dijo que, a pesar del cambio en la cultura del detallista, hay luces que se desprenden de este trance que vive la sociedad.

“Sobre el cambio en la familia, hoy las familias se han unido más que nunca, los padres han aprendido a compartir la tarea del hogar, y cuidarse uno a los otros, para los pequeños y medianos empresarios, muchos han desaparecido, y otros han surgido”, agregó Tejeda.

Deja un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.