El futuro del PLD se vislumbra similar al del PRD y PRSC, que luego de tenerlo todo, ahora cuentan con poco

Por Wilfredo Medina
Como van las cosas, en el PLD todo parece indicar que su futuro es más incierto que nunca y que le espera un camino muy cuesta arriba similar al que han recorrido el PRSC y el PRD.
Luego de estar 16 años corridos en el poder, 8 de Leonel Fernández y 8 de Danilo Medina, más los cuatro de 1996-2000, su buena suerte de noviembre para acá ha desaparecido.
Pese a obtener una votación significativa en las pasadas elecciones parte de su cosecha electoral la está disfrutando la Fuerza del Pueblo a donde se han mudado muchos de sus senadores, diputados, alcaldes, directores municipales y regidores.
Con su membresía a todos los niveles pasa lo mismo, porque pese a lo que el exsenador Wilton Guerrero llamó una diarrea, se ha convertido en una disentería que el partido parece no poder detener, debido a que no paran las renuncias de sus miembros a todos los niveles, para cobijarse con la sombra del que fuera su segundo líder más importante, después del profesor Juan Bosch, Leonel Fernández.
A la pérdida de fe en el futuro del partido morado, luego de la salida de Fernández atizada por los danilistas, que ahora no pueden apagar el fuego que encendieron, se suman las cuantiosas acusaciones de corrupción que afecta una parte importante de sus dirigentes, incluyendo a familiares cercanos a Medina, y una mala imagen en la población.
Su situación se parece mucho a lo que aconteció con ambas organizaciones políticas citadas, porque luego de controlarlo todo, Congreso, Junta Central Electoral, Cámara de Cuentas, ayuntamientos y la Justicia, han quedado con muy poca cosa.
En el caso del PRD, pese a tener lideres emergentes que lo llevaron al poder en tres ocasiones, Antonio Guzmán, 1978-1982; Jorge Blanco, 1982-1986; Hipólito Mejía, 2000-2004, la división interna parece que lo sacó del poder para siempre.
La cuestión en el PRSC es un poco diferente, porque luego de perder a su líder histórico, el doctor Joaquín Balaguer, presidente 1966-1978 y 1986-1996, no ha logrado tener uno emergente y su participación electoral es cada vez más pobre.
Lo del PLD se parece al partido del buey que más halaba, porque no fue su fundador que lo llevó al poder por primera vez, sino un líder sustituto, Fernández, pero también los problemas internos lo alejaron del Palacio Nacional y lo mantienen en pronóstico reservado.
Este no es un fenómeno exclusivo de República Dominicana, sino que es común en América Latina.